Toda América celebra esta fecha, recordando a quienes habitaron nuestro territorio antes de la llegada de los blancos e imprimieron a la tierra las primeras esencias culturales que, mezcladas a las de los colonizadores europeos, dieron como consecuencia nuestras realidades actuales.
La recordación fue instituida por el Congreso reunido en 1940 en la ciudad de Patzcuaro, México, con el objeto de salvaguardar y perpetuar las culturas aborígenes del territorio americano.
En la ocasión se reunieron en asamblea un gran número de indígenas que representaban a las poblaciones autóctonas de diversas regiones de nuestro continente.
Se habló de la situación social y económica de estos pueblos, de sus problemas y necesidades. Como resultado de esa reunión quedó fundado el Instituto Indigenista Interamericano, que tiene su sede en México y que depende de la OEA. Por eso es que, a partir de ese año se festeja el Día del Indio Americano cada 19 de abril.
Lo que debiera haber sido un histórico encuentro de dos mundos, dos civilizaciones, Europa y América, que beneficiara y enriqueciera a ambas, se transformó, por ambición y soberbia en la Conquista de América, donde el recién llegado, de mayor poder bélico se transformó en el conquistador sojuzgando al nativo o aborigen, Palabra ésta que proviene del latín y que significa desde el origen o desde el principio, despojándola no sólo de las tierras que habitaban desde milenios sino destruyendo y demoliendo todo, e imponiendo por la fuerza su cultura, procurando aniquilar a la existente.
Pero por suerte, no todo pudo ser destruído. Los valores de las antiguas culturas aborígenes perduraron en los restos de aquellos imponentes templos y construcciones, que por su ubicación permanecieron inaccesibles para los hombres blancos; en la Pirámides que por su magnitud no eran fáciles de demoler; en los códices mayas y aztecas salvados de la hoguera; en los testimonios de mestizos como el Inca Garcilaso de la Vega o de españoles como Fray Bartolomé de las Casas; en las artesanías desenterradas o encontradas, y que especialmente en la memoria de los pueblos autóctonos, que fieles a sus sentimientos y convicciones, continúan amando a la tierra que habitaron Desde el Origen y a la que en sus diferentes lenguas, siguen llamando Madre.
Empobrecidos y relegados, los aborígenes americanos de hoy, no pretenden ya, privilegios por su condición de primeros habitantes del continente, sólo aspiran a que se los trate como iguales, que se les reconozca el derecho a la tierra donde habitan en comunidades, igualdad de oportunidades: de estudio, trabajo y progreso, y el respeto a los valores de sus culturas.
El 19 de abril fue instituido, en 1940, por el Congreso Indigenista Interamericano, realizado en Méjico como el DIA DEL ABORIGEN AMERICANO. Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 7550 de 1945, esa fecha , reivindicatoria de los derechos de los aborígenes, se reconoció en todo el territorio argentino. También nos ayuda a tomar conciencia de que esos pueblos han sobrevivido a la colonización europea y que hoy, a 500 años de la llegada de Colón, sus reclamos resurgen con fuerza en todos los países de Latinoamérica.
En Guatemala, Ecuador y Perú los indígenas son más de la mitad de la población; en Bolivia , el 45% y en México, el 30%. En todos estos países lo indígena forma parte de la identidad nacional.
Y no es para menos, porque son millones de personas cuya ubicación geográfica coincide con la de las grandes civilizaciones precolombinas: en México y Guatemala, los mayas y los aztecas; en Ecuador, Perú y Bolivia, los incas y los quechuas; en Chile, los mapuches; en Paraguay, los guaraníes, quienes también habitan nuestras provincias del norte argentino,como Chaco y Misiones.
«Queremos vivir en paz y respetando la naturaleza y la ecología» dijo hace poco Rosalía Gutiérrez, líder colla de Jujuy-Argentina.
De: German Carlos Canuhe [mailto: [email protected]]
Enviado el: lunes, 18 de abril de 2011 04:18 p.m.
Para: Federación India
Asunto: La Pampa grita en Argentina. Alguien escuchará?
Pensaba escribir una clase magistral de oratoria referido a este tema y al arboricidio y ecocidio que se pretende consumar, pero recordé que hace 70 años, cuando iba a la primaria, aprendimos de memoria los versos que van a continuación. Que mejor que recordarlos y ver si podemos llegar con ellos a la conciencia de los que hoy deciden. Mientras, pedimos todos los apoyos posibles para concientizar a nuestros gobernantes, funcionarios y legisladores, que al planeta tierra lo estamos haciendo pedazos nosotros, sus habitantes pensantes, que justamente por ese privilegio que no tienen las otras criaturas, somos los que mas tendríamos que hacer para preservarlo. Amuchimai. Germán. Rankül – La Pampa – Argentina.
(Escribir apoyos a: [email protected]).
Te Te’j * Te ja ate te ya xc’axat y yax jach ja wutsinbelon socte ja c’ab, c’alal ca wuts’inon k’eluyawon ta lec. Jo’on te ya k’ixnaybat te yutil h’anaj, c’alal ta yorail te siquil quinal. Jo’on te yaxibon awu’un, te yax scoltayat soc te sc’a’c’alel verano. Te site yas snotesat c’ala hay awinal y c’alal hay ha tanquinti’il. Jo’on te ste’elon kuchujibal te smukil te ha naj, tes ste’elul te ha we’ibal y soc te ha awayib te banti yac a cux a’wotan. Jo’on te yocon te atejibal’liletic, tes smakil te ha naj. C’alal yax ayinat hay c’u’un tes ste’elul te banti yax wayat; c’alal yax chamat yax a yinat ta cutil teyta ja’cajonil jich ya joyinatba’el tey ta yutil lum. Jo’on te awe’elon soc tes nichimal de tes st’ubilal, te me ja’at yac ac’anon te biti’il yac’ane, coltaya’wonme, soc te mach’a tic ya yutzinone. Anónimo |
EL ÁRBOL*
Tú que pasas y levantas contra mí tu brazo, antes de hacerme mal, mírame bien. Anónimo |
Asociación ALIHUEN